El cuidado de los ojos marca tendencia desde ya hace algunos años, muchos estudiosos de la tecnología se han unido para establecer, cuál es manera óptima en la que el ser humano es capaz de percibir las imágenes de la forma más completa, es decir, cómo se visionan los objetos formados por pixeles como si fueran reales.
La solución a esta incógnita, la encontraron en las pantallas curvas, el paso más claro y lógico, que según los expertos puede adaptarse a las necesidades reales de los hábitos de las personas cuando observan televisión o usan un monitor.
Una de las grandes multinacionales que se atrevió a incursionar en el mundo de las pantallas curvas fue Acer, con la tecnología NVIDIA G-Sync, que tiene como objetivo minimizar los efectos del parpadeo y reducir la fatiga visual. Este monitor permite “ofrecer al usuario una experiencia de juego inmersiva” gracias a que según sus creadores “pone cada rincón de la pantalla a la misma distancia de los ojos del usuario, proporcionando una experiencia visual uniforme”.
Una de las claves para entender por qué una imagen en un dispositivo curvo se ve mejor que en uno plano, es muy sencilla, solo se debe pensar en las leyes físicas más elementales. La pantalla curva permite un visionado completo y uniforme desde la misma distancia, en la que incluso los bordes de la pantalla se ven con igual nitidez y calidad.
Uno de los valores agregados que presenta esta tecnología es la experiencia audiovisual para el usuario, este podrá sentirse como en el cine, ya que tendrá una amplitud y una mejor calidad de imagen con la que podrá asimilar completamente lo que está observando.